martes, 27 de diciembre de 2011

¿Qué hay de nuevo, Cholo?

¿Qué le espera al Atlético con el 'Cholo'? Dejando a un lado el efecto balsámico que Simeone tendrá en la grada, cosa que sin duda agradecerán los dirigentes del club, ¿Qué sabemos del argentino como entrenador?
Pues lo que sabemos es que desde 2006, Diego Pablo Simeone ha dirigido a cinco clubes distintos, cuatro de ellos de su Argentina natal: Racing de Avellaneda, Estudiantes de La Plata (con quien ganó un Apertura), River Plate (con quien ganó un Clausura y a quien dejó como colista) y San Lorenzo de Almagro; y un club europeo, el Catania, a quien salvó del descenso haciendo un gran trabajo.

Si hay algo que honra al 'Cholo' entrenador y que sin duda es algo que no se encuentra fácilmente en España es su dignidad como director técnico. Simeone ha abandonado por su propio pié su cargo en todos los equipos que ha entrenado, sin recibir ni un solo finiquito en su carrera indiferentemente de si su trabajo ha sido satisfactorio o no. Diego sabe lo que quiere, se pone sus propios objetivos y cuando los cumple, afronta nuevos retos.

Simeone moldea sus equipos a su imagen y semejanza, aguerridos y trabajadores, seguros atrás. Algo que ningún técnico ha logrado en el Atlético en los últimos años. Para ello ya ha pedido al club la llegada del centrocampista del Metalist, José Ernesto Sosa, una prolongación del 'Cholo' en el campo, 26 años y campeón del Mundo Sub-20 en 2003 con la selección argentina.

Al contrario que otros, Simeone merece paciencia, coge a un equipo hecho y no como él quiere, pero es un ídolo en la grada, tiene más crédito que ningún otro entre los aficionados, y de hecho seguramente esa sea la razón que más peso ha tenido a la hora de contratarle, más allá de sus logros deportivos.

Simeone comenzará a construir el equipo desde atrás, sus equipos suelen sacar partido de las jugadas a balón parado, así que no está garantizado que se vaya a ver el mejor fútbol en el Calderón, pero será difícil que se vayan a ver casos de jugadores apáticos o sin sangre. Y si se da la situación, Diego hace las maletas y se marcha, ya sabéis como es.