EL PISCINAZO // Víctor Pernas
Para conocer la absurda situación en la que se encuentra la selección togolesa de fútbol, hay que echar la vista atrás tan solo algo más de un mes: el 8 de Enero, cuando un grupo terrorista angoleño tiroteó el autobús en el que se desplazaba la expedición de Togo para jugar la Copa de África de Naciones en Angola.
A partir de aquí todo es una sinrazón, el sentido común y la solidaridad humanitaria se evaporó del entorno de la competición y todo el mundo perdió la cabeza sin que nadie le diera mayor importancia.
Desde la humilde posición en la que me encuentro, en mi sillón de oficina de 'pseudocuero' rasgado por multitud de descuidos, taza de leche fría en mano, y flexo encendido, intentaré que os empapéis de la gravedad de este asunto que pasó tristemente desapercibido en la prensa deportiva internacional, y que ha vuelto a subir a la palestra, en una columna recóndita en un rincón de as.com y de forma imperceptible en otros diarios deportivos de renombre.
Resulta que después de dicho ataque terrorista (dos miembros de la expedición togolesa resultaron muertos) surgieron dos posiciones: la de los jugadores, que quisieron jugar a pesar de todo para dedicar un triunfo a los fallecidos; y la del gobierno de Togo, que ordenó inmediantamente al equipo que volviera al país y que no disputaran la Copa. Esta última (a mi parecer, lógica) fue la que se llevó a cabo finalmente.
La primera locura, en un gesto despreciable por parte del gobierno de Ángola, fue acusar a la federación togolesa de desoír los consejos de la Confederación Africana de Fútbol (en adelante, CAF), de viajar a Angola en avión y hacerlo en autocar (algo que no creo que eligieran por gusto ya que es un viaje de más de 2500 kilómetros). Estas declaraciones fueron previas incluso a la condena del atentado.
Después, el gobierno de Togo tuvo que reiterar en varias ocasiones que el equipo abandonaba Angola y que cualquier equipo que jugase en su representación sería una burda suplantación.
Esto tuvo que hacerlo porque Angola barajó la idea de ocultar que la selección de Togo había abandonado la Copa, haciendo que jugadores falsos hicieran las veces del equipo, e incluso (en lo que ya parece una obra kafkiana) ocultar desde un primer momento el atentado y las víctimas mortales del mismo, algo que no se consiguió gracias a Dios.
Después de este batiburrillo, la Copa siguió adelante (ningún equipo hizo siquiera el amago de abandonar el torneo), y el asunto se calmó, hasta hoy; día en el que el gobierno de Togo ha anunciado que recurrirá ante el TAS (Tribunal de Arbitraje Deportivo) la decisión de la CAF de prohibir la participación de Togo en las próximas dos ediciones de la Copa de África de Naciones, al considerar que ha habido una "injerencia gubernamental" (recordemos que el deseo de los jugadores era jugar la Copa, aunque en ningún momento discutieron la medida de abandonar el trofeo).
Si este asunto vuelve a encauzarse en el sentido común del que salió hace tiempo, el TAS fallará a favor de Togo, ya que el resultado de su "indisciplina" fue que hubo DOS PARTIDOS programados que no se pudieron jugar, mientras que para Togo, hubo DOS PERSONAS menos que no regresaron a su país con sus familias.
1 comentario:
¡B R A V O!
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